Las visitas se han incluido dentro del programa “Bilbao Izan” impulsado por el consistorio bilbaíno.
La sede de la Autoridad Portuaria de Bilbao, conocida como palacio Olabarri, es una joya arquitectónica de finales del siglo XIX, que sigue despertando el interés ciudadano. Durante el mes de mayo, y gracias al programa “Bilbao Izan” impulsado por el área de cultura del Ayuntamiento de Bilbao para dar a conocer la historia de Bilbao y su patrimonio, han visitado este singular edificio 1.454 personas divididas en 55 grupos.
Las visitas guiadas se han programado sólo durante este mes y, en un principio, estaba previsto realizarlas de martes a sábado, en horario de mañana y tarde, pero dado el éxito de las mismas, se ampliaron también a los lunes.
Ese singular palacio, una de las pocas construcciones residenciales que se conservan en la zona, llama la atención por los elementos originales que aún conserva. El recorrido, de hora y media de duración, pone en su contexto histórico el edificio, para entender su ubicación y su propio diseño. Asimismo, se ha detallado en la visita el origen del mismo, la historia de la familia Olabarri que lo habitó y cómo estaba dividido para el uso doméstico. Estas dependencias, que antes eran el comedor o la sala de billar, ahora son ocupadas por despachos y la sala del Consejo.
Más de un siglo de historia
En la segunda mitad del siglo XIX, Bilbao experimentó un gran auge económico, y el entorno del elegante paseo del Campo Volantín se convirtió en un barrio distinguido donde se alzaban palacetes y villas señoriales rodeadas de jardines. El «hotel» de los Olabarri muestra del esplendor de la edad de oro de la villa. Es un ejemplo del tipo de residencia de la burguesía bilbaína de finales del siglo XIX y comienzos del XX, y está considerado una de las obras más representativas del arquitecto Julián Zubizarreta. Testimonio de las corrientes arquitectónicas de moda a finales del siglo XIX, el edificio se construyó en 1894 como residencia familiar de José María Olabarri, importante hombre de negocios de la época. Desde 1953 el inmueble es propiedad de la Autoridad Portuaria de Bilbao.