Las obras, que exigirán pequeñas voladuras controladas, se deben a problemas de seguridad que urge atender para evitar posibles accidentes
La Autoridad Portuaria de Bilbao iniciará la semana que viene los trabajos de estabilización de la antigua cantera de Punta Lucero para evitar nuevos deslizamientos y desprendimientos de bloques rocosos, como los que se han producido en los últimos años.
Para garantizar la eficacia y durabilidad de las obras, y tras la realización de varios estudios y el asesoramiento de empresas especializadas, se ha optado por su saneamiento mediante el “peinado” de la zona, desde la cota más alta hasta las cotas más bajas, mediante pequeñas voladuras controladas, y otras obras auxiliares.
Las obras durarán 30 meses y se informará a las empresas de la zona, con 48 horas de antelación, de las fechas exactas en que se realizarán voladuras (unas 10 o 15 al mes). La primera voladura tendrá lugar el 30 de noviembre. El mismo día se confirmará la hora exacta con una antelación de dos horas y, asimismo, previamente a cada voladura, se anunciará con una señal acústica a modo de preaviso a aquellas instalaciones portuarias próximas a la zona de obras que, incluso, se podrá oír también en algunos barrios del municipio de Zierbena. Los trabajos cuentan con la supervisión de la Dirección de Energía, Minas y Administración Industrial del Gobierno vasco.
La técnica empleada para dichas voladuras será la misma que la utilizada en la carretera BI-625 a la altura del enlace de la AP8 en Arrigorriaga con el enlace de Zaratamo, o en el casco antiguo de Toledo.
Atendiendo a ventajas de orden técnico, medioambiental y financiero- y dado que han coincidido en el tiempo- estas obras se han englobado dentro del proyecto de construcción del Espigón central, que cuenta con un presupuesto global de 79 millones de euros. La Comisión Europea aportará el 20% del importe, en el ámbito del programa Connecting Europe Facility (CEF), y el resto será sufragado con fondos propios de la Autoridad Portuaria. De este importe total, el 11% aproximadamente corresponde a las obras de estabilización de la cantera.
Cantera en desuso
La antigua cantera de Puna Lucero, ubicada en el término municipal de Zierbena, se explotó para suministrar material para la ampliación del puerto de Bilbao desde los años 70 hasta hace unos 15 años, aproximadamente. Desde entonces, no se ha extraído material de la misma, ya que, cuando ha sido necesarios, se ha obtenido de canteras comerciales próximas al puerto, o desde otras obras cercanas.
Ofrece, en su mayor parte, un aspecto estable que no presenta problemas, excepto en una zona muy determinada por la
disposición e inclinación de las lajas de roca y el progresivo deterioro por efectos de lluvias y temperaturas. Los desprendimientos en dicha zona han obligado, por razones de seguridad, a cortar el vial que pasa a sus pies, así como a disponer bloques de hormigón para impedir que las rocas que pudieran rodar por la ladera llegaran hasta los depósitos de productos petroquímicos.
Estas medidas adoptadas tenían carácter provisional y, por tanto, era necesario acometer actuaciones que dieran una solución permanente al entorno, dotándolo de la seguridad necesaria para el correcto desarrollo de las actividades portuarias, tanto de tránsito de camiones por el vial, como de almacenamiento de granel líquido.
Visto el hecho, se decidió hacer un estudio previo de la zona afectada y un desarrollo posterior del mismo para establecer las alternativas que dotaran de estabilidad a la ladera, teniendo en cuenta factores tales como la seguridad y la durabilidad. Descartadas las alternativas de sostenimiento con anclajes y mallas por su mal comportamiento a medio y largo plazo, se decidió acometer la estabilización volviendo a perfilar la ladera en ese entorno dotándolo de taludes y bermas adecuadas para garantizar, como se ha dicho antes, seguridad y durabilidad a largo plazo. Este nuevo perfilado provoca un sobrante de material que debe ser retirado y depositado en otro punto.
Al coincidir la urgencia de esta obra con el inicio de otra en el propio puerto, la construcción de un nuevo muelle que necesita para su ejecución aportación de material del exterior, se ha decidido aprovechar el sobrante de la estabilización de la ladera como relleno del nuevo muelle, compensando de este modo ambas obras. Por lo tanto, todo el material sobrante de Punta Lucero se destinará a cubrir parte de las necesidades de material del Espigón Central.
De ahí que ambas obras, aún siendo proyectos diferentes, se han licitado y adjudicado en un único concurso público. Entre las ventajas de esta coordinación de obras se encuentran la realización de ambas por un único contratista, la optimización de los recursos económicos, incluyendo la subvención de fondos europeos y la concepción inducida de significativas mejoras ambientales, así como la reducción del tránsito de camiones por los municipios colindantes.